En un par de décadas, la mitad de todos los barcos nacionales que surcan las aguas de Japón podrían estar pilotando por sí mismos.
Este es el objetivo de la Fundación Nippon, una organización de interés público que respalda el desarrollo de barcos autónomos.
El objetivo de dicha fundación es que para el 2040 los barcos sin tripulación constituyan un 50% de la flota local de Japón. La primera prueba del mundo de un barco autónomo se hará a través de la compañía naviera más garnde de Japón, Nippon Yusen KK, la cual plantea tener un buque portacontenedores piloto desde la bahía de Tokio hasta Ise para febrero 2022.
Satoru Kuwahara, gerente general de Nippon Yusen, revela que hay una necesidad real de barcos autónomos en Japón a medida que la fuerza laboral del país se reduce y envejece rápidamente. Por ejemplo, un 40% de la tripulación de buques tanque tiene 55 años o más.
La Fundación Nippon estima que el desarrollo de barcos no tripulados tendrá un impacto positivo de 9.000 millones de USD para la economía de Japón en 2040.
Por otro lado, aproximadamente un 70% de los accidentes marítimos son causados por errores humanos, lo cual respalda la implantación de estas nuevas tecnologías.
Kuwahara confía en que dicha tecnología estará lista para su uso en 2025 y afirma que se necesita que esta tecnología sea reconocida, ya que, de lo contrario, la implementación real en la sociedad no avanzará.
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