16 de mayo de 2022, por
La empresa noruega Sunlit Sea ha desplegado una planta de energía solar flotante en alta mar temporal en Oslo para probar el concepto de energía solar flotante integrada en la ciudad.
La Organización Marítima Internacional (OMI) tiene previsto aprobar el próximo mes de junio una propuesta para designar el Mediterráneo como zona de control de las emisiones de óxidos de azufre (SOx). De esta manera, los barcos que naveguen por este mar deberían reducir cinco veces la contaminación por azufre procedente de la quema de su combustible. La propuesta cuenta con el aval de todos los países ribereños miembros del Convenio de Barcelona (acuerdo destinado a prevenir la contaminación procedente de los buques y a proteger el medio marino).
La creación de zonas marinas de atmósfera protegida ya tiene precedentes en el Mar Báltico, el Mar del Norte o en América del Norte. La OMI prevé que esa medida entraría en vigor en 2025.
A medida que aumentan los pedidos de energía renovable, la industria marítima está trabajando para mantenerse al día, desarrollando más y más grandes instalaciones en alta mar para aumentar la producción de energía limpia. Estos proyectos cuentan con el apoyo de embarcaciones diseñadas específicamente para facilitar la instalación y el mantenimiento de energía en alta mar, o el almacenamiento y suministro de energía con bajas emisiones de carbono. Para satisfacer la demanda de construcción y operaciones en alta mar de forma rápida y sostenible, la industria marítima, con el apoyo de la clase, está convirtiendo de forma segura los activos existentes en embarcaciones y barcos a motor eólicos en alta mar.
El conflicto en Ucrania está generando un gran impacto en la economía europea y mundial. El sector del transporte marítimo está sufriendo directamente las consecuencias de la guerra y sus repercusiones se notan en los bolsillos.
La naviera japonesa Ashai Tanker ha lanzado y bautizado el primero de sus dos petroleros totalmente eléctricos de nueva generación encargados en 2020.